Las empresas están adoptando interfaces basadas en web para sus aplicaciones, ya sean nuevas o heredadas. Sin embargo, las interfaces web son especialmente proclives a sufrir ataques de hackers, por lo que su incorporación puede exponer a la organización y sus datos a nuevas amenazas Al adoptar una estrategia proactiva de seguridad de las aplicaciones, las empresas pueden modernizarse con tranquilidad, sabedoras de que están mitigando estos nuevos riesgos.